Actualmente, las empresas tienen la oportunidad de repensar y rediseñar su proceso de arrendamiento de sus oficinas.
Específicamente con los espacios de trabajo, podemos analizar aquellas cosas que tienen oportunidad de mejora, y así desarrollar modelos de oficina actualizados a las nuevas necesidades. Tales como:
• Promoción de la cultura de tu empresa.
• Fomento del bienestar de tus empleados.
• Impulsar la atracción y retención de talento valioso.
• Adaptabilidad, es decir, ser flexibles a los cambios futuros para operar de la mejor manera.
Por dichos factores, y más, la inversión que hagas en un espacio corporativo podrá verse optimizada y, con ello, poder generar beneficios económicos y operativos para tu empresa.
Por todo es, recomiendo que cada 6 meses te plantees las siguientes prácticas:
1) Analiza y planifica las “nuevas reglas del juego”:
Periódicamente pregúntate si tienes oportunidad de crear o modernizar tus áreas abiertas, reuniones híbridas (presencial + virtual), estaciones de trabajo no fijas o asignadas; esto, queridos lectores, ya no es opcional, es un must. El hot desking llegó para quedarse, que no es más que el sistema de una organización de la oficina que envuelve muchos colaboradores utilizando una estación de trabajo en distintos periodos de tiempo.
El primer paso para esto, es pensar en la oportunidad de redimensionar los metros cuadrados de tu espacio. Ahora bien, recuerda tomar en cuenta factores como el modelo operativo de tu empresa, la densidad de la plantilla laboral que se pretende tener, la proyección de crecimiento a corto, mediano y largo plazo, entre otras cosas; esto, para lograr un diseño más eficiente.
Las oficinas son las que deben adaptarse a las necesidades de la compañía y del usuario y no al revés. Por ello, es necesario asegurarse que la planeación de las zonas de trabajo siga una estrategia bien estudiada y estructurada.
2) Considera analizar frecuentemente los espacios:
Pregúntate, ¿la forma en que utilizas los espacios es la misma que antes de la pandemia? Si la respuesta es sí, considera un rediseño funcional que elimine todo “espacio ocioso” y así optimizar su uso. Por ejemplo, adapta áreas del comedor o cafetería para que funcione como sala de reuniones informales durante el tiempo que no se utilice para comer. Esto es solo un ejemplo para que evites que los espacios (especialmente las áreas comunes) sean subutilizados y sacarles el máximo provecho de ellos.
3) Haz del análisis financiero, tu Santo Grial:
Analiza los gastos que implica la ejecución de estrategias inmobiliarias corporativas, incluyendo el mantenimiento, puestos de estacionamiento, entre otros.
La idea de esto es enfocarte en los gastos necesarios y ser más rentable, te recomiendo identificar los elementos que realmente son productivos para tu negocio.
Finalmente, espero que con estas recomendaciones puedas optimizar la estrategia de Real Estate corporativa y, me atrevo a asegurar, que la consecuencia será un aumento en la competitividad empresarial y por consiguiente aumento de tu rentabilidad.