República Dominicana desde la mesa de decisión: aprendizajes que dejó 2025
República Dominicana desde la mesa de decisión: aprendizajes que dejó 2025
Una mirada ética y estratégica sobre cómo las empresas evalúan un país más allá de los metros cuadradosLo que 2025 me enseñó sobre crecer, servir y ver a República Dominicana con nuevos ojos
2025 no fue un año que me pidió permiso.
Vino a enseñarme. Y mucho.
Me empujó.
Me sacó de mi zona cómoda.
Y me mostró, varias veces, que una nunca termina de conocerse… ni de conocer su propio país.
Quiero compartir una historia que resume lo que viví este año.
Una historia que cambió mi forma de ver mi trabajo, mis clientes y a la República Dominicana.
La multinacional que me enseñó quién soy hoy
Un día recibí a una multinacional que estaba evaluando varios países para instalar una operación técnica, compleja y de alto impacto.
Llegaron a República Dominicana sin decidir nada.
Curiosos.
Cautelosos.
Analíticos.
Yo pensé que solo necesitaban ver propiedades, como muchas veces sucede: mostrar opciones de bienes raíces y listo.
Qué equivocada estaba.
Terminé acompañándolos en todo lo que no aparece en un brochure:
• ¿Dónde estaba el talento técnico que necesitaban?
• ¿Qué universidades y programas formaban ese tipo de profesional?
• ¿Qué ciudad ofrecía la mezcla correcta de logística, talento y costo de vida?
• ¿Cómo comparaba República Dominicana frente a otros países que estaban evaluando?
• ¿Qué implicaban nuestros impuestos, permisos, importaciones y exportaciones?
• El costo de la vivienda, la canasta familiar, la educación básica, el transporte.
Mientras tanto, ellos se habían enamorado de un local que habían visto con otro broker.
Pude dejarlo pasar.
Pude mirar hacia otro lado.
Pero no sería yo.
Los ayudé a preparar un análisis completo:
pros, contras, riesgos, costos ocultos y, sobre todo, la verdad.
Si les convenía, perfecto.
Si no, también.
Ese día entendí algo que cambió mi vida profesional:
mi valor no está en enseñar un edificio, una nave o metros cuadrados para comprar o alquilar.
Mi valor está en decir la verdad, incluso cuando parece que pierdo.
El seguimiento que transforma destinos
El proceso fue largo.
Meses de matrices, evaluaciones, llamadas, aclaraciones, escenarios, más preguntas y más datos.
No era cansancio.
Era propósito.
Y fue en un almuerzo, después de semanas intensas, cuando el CEO me dijo algo que me marcó:
“Indhira, República Dominicana me está sorprendiendo… y tú también.”
En ese momento lo sentí con claridad:
República Dominicana está más lista de lo que el mundo cree.
Y mi trabajo es explicarlo.
Esa frase confirmó dos verdades:
1. Nuestro país está subestimado internacionalmente. Cuando se presenta con datos, ética y transparencia, luce poderoso.
2. Yo no soy una intermediaria. Soy parte de la estrategia de una empresa cuando evalúa un país.
Ellos finalmente se instalaron en el lugar correcto, en la ciudad correcta, con el talento correcto.
Y República Dominicana ganó una operación de alto valor.
Las cuatro lecciones que 2025 me regaló
Este año me dejó aprendizajes que me quiero llevar a donde sea que vaya:
1. El seguimiento es un superpoder
No es insistencia.
Es liderazgo.
Es cuidado.
Es responsabilidad.
2. La ética profesional es la ventaja competitiva más escasa
Decir “no existe”, “estás fuera de mercado” o “esto no te conviene”…
A veces duele.
Pero siempre paga.
3. No todos los clientes se pueden ayudar
Y reconocerlo a tiempo también es servir.
Así como no todos los productos se venden o se rentan.
4. Los clientes vuelven cuando tú los sirves bien
A veces pasan cinco o diez años, pero vuelven.
Y eso, para mí, vale más que cualquier comisión.
República Dominicana: lo que vi este año
Vi CEOs descubrir nuestro talento.
Vi equipos globales sorprenderse con nuestra infraestructura.
Vi empresas que nunca habían considerado a República Dominicana decir:
“¿Cómo no habíamos visto esto antes?”
También vi retos.
Porque crecer duele.
Pero confirmé algo importante:
este país está en evolución constante.
El sector corporativo, industrial y logístico está madurando a pasos firmes.
Y vienen cosas buenas.
Reales.
Tangibles.
Si estás en este sector, esto es lo que te digo hoy
• Si eres inversionista, es momento de mirar a República Dominicana con visión de portafolio, no de intuición.
• Si eres empresa, no busques solo metros cuadrados: busca estrategia.
• Si eres desarrollador, entiende que el tiempo corporativo no es el tiempo residencial.
• Si eres dueño de propiedad, prepárala: el mercado premia la calidad.
• Si eres broker, trabaja con ética, humildad y seguimiento. Lo demás llega.
Y si estás pensando en instalarte en República Dominicana, te lo digo sin rodeos:
este país tiene más para ofrecer de lo que muchos imaginan.
Una reflexión personal
Este año también me enseñó algo más íntimo: que mientras más experiencia acumulo, más consciente soy de la responsabilidad que conlleva mi trabajo.
Cada recomendación, cada dato, cada “sí” o cada “todavía no”, impacta decisiones que mueven equipos, familias, capital y futuro.
Y eso me obliga —todos los días— a trabajar con más rigor, más preparación y más humildad.
Porque acompañar a alguien a decidir un país no es poca cosa.
Cierro con esto
2025 me recordó que crecer no siempre es cómodo, pero siempre es necesario.
Que servir bien es una forma de fe.
Y que el trabajo, cuando se hace con propósito, trasciende contratos, metros cuadrados y calendarios.
Dios mediante, 2026 viene con más aprendizajes, más retos, más visión…
y más República Dominicana.
“La reputación se construye cuando haces lo correcto, incluso cuando nadie te está mirando.”
— Warren Buffett
